El Banco
Me sente un rato en la plaza y enfrente mio estaba sentada una chica (vamos a ponerle de nombre Mara). Se la notaba media decaida, fue facil ver eso quizas porque yo me sentia igual. Al rato llegó una chica y se sento al lado de ella y conversaron. Aquella chica parecia preocupada por Mara, tenia una mirada de incompresion, como si buscara en su interior alguna respuesta logica ante un problema sin solucion, de esa manera la miraba. Por al lado de ellas pasaba gente, muy cerca, algunos de paseo, otros esperando el bondi, cada uno en su mundo. Me intrigaba pensar en lo flashero que es la calle. De un lado un grupo de amigos riendo y del otro dos amigas sentadas en un banco, Mara se agarra la cabeza como si no pudiera sostener el peso de la situacion. Curiosa observo como el banco donde estaban sentadas posee una curvatura en el medio, como si se fuera a romper por el peso. El banco de al lado estaba en perfectas condiciones, ¿Por que eligio ese banco que esta por romperse? Pareciera que acompaña a la dolorosa situacion de Mara, derrepente el banco es un elemento fundamental. Me pregunto que tan aleatorio fue que se siente en un banco asi pues, a veces creo que nosotros creamos nuestro propio alrededor en base a como estamos fluyendo en ese momento. Quizas Mara ni se molesto en pensar en que banco sentarse sino que solo acepto la accion de hacerlo. De hecho, yo pense durante 3 minutos en que banco sentarme para tener una mejor vista de toda la plaza y recien despues me senté. Entonces, volviendo a esa pregunta de que tan aleatorio podria haber sido, si lo pienso mas, creo que yo ya sabia, antes de esos 3 minutos, donde me iba a sentar.
Volviendo a Mara, seria un final triste decir que no me quede a ver que sucedia porque no queria perder el tren. Asi que, inventado o no, Mara quebro en llanto y su amiga ante eso dejo de buscar una respuesta en su interior. Abrio el cierre de su mochila y saco unas carilinas para ofrecerle a Mara. Le da unas caricias en la espalda mientras la ve llorar en silencio. Luego de un ratito, Mara apoyo su cabeza en el hombro de su amiga. Su cara hinchada ya no tenia lagrimas y las carilinas le sirvieron para no llenar de mocos las mangas de su sueter. Su mirada cansada no la dejó ver que al lado se le habia caido a un señor un billete de mil pesos. Paso una fuerte corriente de viento llevandose el billete y, como un efecto mariposa, el banco en el que estaban sentadas termino por partirse y ambas calleron abrazadas al suelo. Por suerte el banco estaba cercano al piso asi que no fue un golpe fuerte pero su amiga gritó como si se hubiera caido de un quinto piso. La gente que antes pasaba indiscriminadamente, ahora curiosas se acercan a preguntar si se habian lastimado. Las ayudan a levantarse y con cierto desconcierto miran el banco partido a la mitad.
"Menos mal no paso nada" - Les dice una señora de unos 67 años.