Todo En Todas Partes Al Mismo Tiempo - Reseña
Permítame, persona que está leyendo esto, chuparle las medias al título de la película ya que es absolutamente abarcador y sencillo.
¿Que?
Todo En Todas Partes Al Mismo Tiempo.
Esto es un título.
De una manera abstracta como lo son cuatro palabras tejidas para formar
una oración, podemos imaginar una infinites de cosas que abarcan
literalmente todo en todas partes. Quiero decir, desde mi
mirar, que es el nombre de una obra maestra.
Ahora sí, vamos de lleno a la obra en sí. Se
nos presenta un mundo vibrante, ansioso y comprimido donde todo es un caos estático.
De repente una ventana se abre y entra la luz de algo nuevo, un propósito, una
realidad alterna ya conocida pero expandida. Mindblowing, somos todo y todo
esta a nuestro alcance. La locura comienza a subir y perturba, descontrola, lo
que uno creía que estaba quieto comienza a desvirtuarse y se vuelve una lucha, resistencia.
Pero momento, ¿Cómo podemos luchar contra algo que no podemos controlar? Bueno,
simple, no es el “como”, es el “con que”. A partir del “Te amo” honesto hacia
un antagonista pude entender el resto.
Tuve el lujo de ver esta película con mi madre
la primera vez y hallarme con los personajes desde mi propia experiencia. En
sus discusiones y desentendimientos podía ver a mi yo de doce años deprimida que
le lloraba a mi madre absorta en su propia mente. Cuando una película es capaz
de hacer que te sientas identificado de alguna manera es como si hubiera creado
un puente a los confines del corazón.
No voy a hablar de lo superficial, como la composición
de la imagen o el sonido, aunque las claras referencias Wong Kar-Waianas
estuvieron deliciosas. Quiero hablar sobre como la película tomo control de mí,
un mero espectador, e hizo lo que quiso ya que estuve dispuesta a recibirla, fue
como el recibir una brisa, pero no es lo mismo recibir una brisa en verano que
en invierno. Véanla y entenderán a lo que me refiero. La aceptación de que nada
importa, que hay propósito en el no propósito, que los caminos todos están siendo
recorridos y que no hay fracaso ni victoria son cosas duras de tragar. El pensamiento
positivo se vuelve difícil de encontrar en la mente agrietada y de repente, todo
es bizarro. Bizarro posicionarnos frente a un espejo y creer que somos ese
pensamiento que nos llega primero y nada más. Bizarro es la acción que
ejecutamos para materializar aquello que se nos mostró como una proyección de
sucesos en nuestras mentes. Creí escuchar que el mas loco puede ser un cuerdo, querido
lector, yo estoy de acuerdo. Soy una fiel creyente de la corriente que nos
empuja a diversas direcciones, aquel rio que se siente como la vida. A veces, me
doy cuenta que estoy en una orilla y vuelvo a zambullirme con el deseo de
encontrar allí algo nuevo. La búsqueda de la propia sanación es contagiosa, aunque
lo parezca no estamos solos, por lo tanto, buscamos constantemente alguien que
nos entienda y de paso, nos nutra. Yo no elijo como, cuando y donde sentirme conectada,
pero si elijo con quien compartirlo. Me recuerda a un corto cuento chino que
dice:
El panda le preguntó al sabio dragón “Dragon, ¿Qué es lo importante, el
camino o la meta?” El dragón hizo una pausa y dijo… “Lo importante es la buena compañía”.
Es a través del mundo tal cual es y de las
crisis tal cual son que usted se va a encontrar consigo mismo. El mundo es todo
completo y al mismo tiempo. Ríndanse al instante.